Lugo de salvajemente follarnos por horas por fin tomamos la cámara y la pusimos a grabar. Nos encontramos en ese pequeño motel, Gad uno de nosotros con una personalidad distinta y nos follamos sin control hasta tener un orgasmo.
Ya no me importa hacer una historia que pueda convencer a nadie, solo quiero hacer porno para recordar que nos gustamos mucho y que ganamos dinero cuando los otros nos ven follar.