En la rutina diaria de una cafetería, un simple café se convierte en una experiencia inolvidable. Ella, con su sonrisa traviesa y su manera tan especial de atender, despierta mucho más que el apetito. Cada mirada, cada roce accidental y cada palabra al oído hacen que la temperatura suba en este lugar donde la pasión se sirve más caliente que el espresso. ☕🔥