Después de un largo vuelo, dos amigas llegan al aeropuerto de su destino, Becky California y Emma Fox, cargadas
de expectativas y deseo contenido. Al salir, encuentran su transporte: un chofer que parece haber salido de sus
fantasías más atrevidas, Jean Pallet.
En el auto se caldea rápidamente; la tensión sexual se torna palpable, y pronto, las amigas
comienzan a explorarse mutuamente, ignorando al chofer al principio, pero sabiendo que su mirada ardiente las
observa a través del espejo retrovisor.
La escena en el coche se vuelve más explícita, con manos y bocas recorriendo cuerpos, mientras el conductor
lucha por mantener la vista en la carretera, excitado por el espectáculo. Incapaces de contenerse, deciden hacer
una parada en una carretera solitaria, donde la atención se desplaza hacia el chofer. Una de las chicas, con
una sonrisa provocadora, comienza una felación sin precedentes, con el paisaje del atardecer como telón de fondo
.
La